Hay ciertos aspectos de un hogar, oficina e incluso nave que debe de cuidarse con sumo cuidado. En este sentido, quizás por las posibles consecuencias que pueda tener, los sistemas que mayor vigilancia y adecuación deben de tener son los de los eléctricos y de gas. No en vano, una instalación o mantenimiento defectuosos pueden derivar en una desgracia muy importante.

Precisamente, en este post nos queremos detener en las instalaciones eléctricas, haciendo hincapié en los riesgos que entraña un mal sistema. Como siempre sucede, en cuestiones importantes, lo barato puede resultarnos muy caro, por lo que no hay que escatimar en conseguir una buena instalación eléctrica.

En Arona Systems, la profesionalidad de nuestro equipo, así como los componentes que utilizamos, hace que contemos un una amplia experiencia en instalaciones eléctricas. Puedes consultar más acerca de nuestros servicios aquí.

Consecuencias de una mala instalación eléctrica

Una mala instalación eléctrica puede tener consecuencias nefastas, como ya os hemos adelantado. Algo obvio, por otra parte. Sin embargo, hay diferentes riesgos de menor y mayor incidencia que hay que tener en cuenta.

Averías frecuentes en la instalación

Hay veces, en nuestro propio hogar, que podemos tener problemas que se repiten una y otra vez, como podría ser en el baño o la cocina. Si eres un manitas, puede que consigas poner un parche y solucionarlo, ¡o no! Aun con esos parches, con el tiempo vuelves a tener problemas de averías. De suceder esto, lo más probable es que haya un problema mayor en la instalación eléctrica.

Cortes de Luz

Efectivamente, detrás de un corte de luz suele haber algún problema con la instalación eléctrica. Este problema puede ser habitual en los hogares, como cuando salta el diferencial. Muchas veces, se debe a que hay muchos aparatos eléctricos conectados a la vez y que superan la potencia eléctrica contratada, como al enchufar el horno, el aire acondicionado y a otros aparatos que consumen más energía, pero también puede deberse a que hay alguna derivación en un punto de la instalación eléctrica o que el propio diferencial no funcione de forma adecuada.

Mayor consumo de electricidad

A veces, nos puede llegar a sorprender un excesivo gasto en la luz. Entonces, podemos llegar a pensar que es porque en determinado mes hemos realizado un mayor consumo o hemos utilizado los aparatos eléctricos con mayor frecuencia. En otras ocasiones, no tiene porque ser así. En algunas ocasiones, la instalación tiene fugas de electricidad, debido a que los aislamientos del cable se deterioran o que directamente hay defectos en la instalación. Es decir, la electricidad “se escapa” y nosotros acabamos pagando de más.

Riesgo de la integridad personal

Ahora, vamos a uno de los puntos más serios, debido a las consecuencias. Es más, está relacionado precisamente con las fugas de electricidad y que se pueden detectar al notar un hormigueo al tocar algún electrodoméstico metálico. Esta fuga ocasiona que ciertos objetos puedan ser conductores de la electricidad. Si a todo ello le sumamos que no haya una toma de tierra instalada o una protección diferencial, y que estemos en contacto con agua o humedad, podemos sufrir una descarga eléctrica.

Riesgo de Incendio

Llegamos al mayor de los riesgos de una mala instalación eléctrica. Efectivamente, un cambio brusco de tensión en una mala instalación eléctrica puede llegar a producir un incendio y destruir la vivienda o local. De hecho, más de un 10% de los incendios en viviendas se deben a la instalación eléctrica.

Con todo ello, es necesario hacer hincapié en los beneficios de una instalación eléctrica que cumpla la normativa, tanto en el diseño de la propia instalación, como en la calidad de sus componentes, ¡la seguridad está por encima de todo!