En multitud de ocasiones, os hemos hablado de los riesgos que conlleva no tener unas instalaciones eléctricas en óptimo estado. Por ejemplo, en este artículo vimos los diferentes peligros que entraña.

Ya puedes ver que las consecuencias de una instalación eléctrica deficiente puede ser realmente graves, desde incomodidades como averías frecuentes a cortes de luz e incluso una mayor probabilidad de provocar un incendio.

Por eso, hay que tener especial cuidado en ciertos espacios y edificios de viviendas. Efectivamente, hablamos de los edificios comunitarios, algunos de los cuales pueden ser edificios muy antiguos.

¿Y cuál es el problema de contar con instalaciones eléctricas anticuadas? Podemos encontrar, de hecho, dos problemas.

Por un lado, con el paso del tiempo, las el cableado y las instalaciones se comienzan a deteriorar, es lo normal. Por el otro hay que contar que, hoy en día, la cantidad de electrodomésticos y aparatos electrónicos es muy superior a hace 30 o 40 años. Si la instalación no se ha renovado, es más que probable que no se haya redimensionado a las necesidades que se requieren actualmente.

Inspecciones Obligatorios de Comunidades de Vecinos

Para poder certificar que las instalaciones eléctricas se encuentran en perfectas condiciones, la ley estipula una serie de inspecciones, reguladas bajo el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT).

Según esta normativa, hay una serie de espacios que se tienen que revisar oficialmente, al menos, 1 vez cada 5 años. Estas instalaciones son los garajes, siempre y cuando cuenten con más de 25 plazas de vehículos, piscinas con potencia superior a 10 KW y alumbrados exteriores que tengan un potencia superior a 5 KW.

De la misma forma, todas las zonas comunes del edificio que contengan, en total, una potencia instalada de más de 100 KW, deberá de revisarse cada 10 años, como máximo.

Responsabilidad de la Revisión

A diferencia de lo que se pueda pensar, la administración pública no es la responsable de encargar dichas revisiones. Depende exclusivamente de la comunidad de propietarios de preocuparse de tal revisión. Esto significa que, si no se cumplen las medidas oportunas, la administración puede llegara imponer una sanción a la comunidad de vecinos, la cual va entre los 3.000 y 90.000€, dependiendo de la gravedad en la que se encuentren las instalaciones eléctricas.

Como ves, la multa es muy importante, por lo que evitar este tipo de revisiones periódicas no tiene ningún sentido. Además, una empresa especializada podrá dar diferentes consejos para renovar la instalación, en caso de que fuera necesario, para así contar con todas las garantías.

Así, independientemente de recibir una multa económica, debe de prevalecer el sentido común y apostar siempre por la seguridad de los convivientes de la comunidad. No en vano, la cuarta parte de los incendios en viviendas y comunidades está relacionado con el mal estado de las instalaciones eléctricas ¡tenlo en cuenta!

Si quieres contar con una empresa especializada en instalaciones eléctricas de baja tensión, ¡consúltanos! En Arona Systems, contamos con la autorización pertinente y con un equipo profesional para a supervisión de tu comunidad de vecinos.