Dentro de las condiciones de trabajo en cualquier oficina o centro, la iluminación es una de las cuestiones fundamentales para el correcto acondicionamiento. En este sentido, la iluminación no es solo importante de cara a mejorar condiciones y el estado de ánimo de los trabajadores, los cuales redundan es una mayor productividad.
De la misma forma, la iluminación no se circunscribe únicamente al puesto específico para el trabajador. También lo es en zonas de paso, pasillos o escaleras. Zonas donde hay que ofrecer las máximas garantías para evitar accidentes laborales.
Sabiendo todo ello, en este post nos queremos centrar en la iluminación en los centros de trabajo. Para cada persona, este umbral puede ser distinto, ¡cada persona es un mundo! Sin embargo, se exigen unos mínimos de garantías, recogidos por el Ministerio de Trabajo.
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Niveles de Iluminación según Real Decreto 486/1997, 14 de abril
La iluminación en los centros de trabajo está regulada por el Real Decreto 486/1997 del 14 de abril.
Parámetros para las Fuentes de Luz en el Centro de Trabajo
Para pensar en la iluminación, este decreto habla de diferentes criterios que determinan si el centro de trabajo cumple con los requisitos de iluminación en cada una de sus estancias.
El primeo de ellos es el flujo luminoso y que mide la potencia luminosa de una fuente de luz. De la misma forma, la intensidad luminosa nos dice cuál es la forma con la que se distribuye el espacio de la luz procedente de esa fuente de luz.
Por otro lado, es necesario también mencionar la iluminancia o nivel de iluminación, la cual mide la cantidad de luz sobre una superficie u objeto en concreto. Por último, la luminancia determina la sensación de claridad de los objetos y superficies iluminadas.
Niveles Mínimos de Iluminación
La mínima iluminación de un centro de trabajo depende, en gran medida de varios factores. Por un lado, de la salud e integridad de los empleados que dependan de dicha visibilidad. Por el otro, de si la tarea es más o menos exigente.
Por supuesto, la pretensión siempre es conseguir que estos niveles sean proporcionados por la luz natural, siendo complementada por la luz artificial en caso de que así fuera necesario.
Niveles de Iluminación según Tarea y Zona de Trabajo
La propia norma establece unos niveles de iluminación mínimos, ya sea para un puesto de trabajo concreto, como a determinadas zonas del centro de trabajo, como vamos a ver a continuación.
Vías de circulación de uso ocasional -> 20 lux
Vías de circulación de uso habitual -> 50 lux
Área o locales de uso ocasional de uso ocasional -> 50 lux
Áreas o locales de uso habitual -> 100 lux
Bajas Exigencias Visuales -> 100 lux
Exigencias Visuales Moderadas -> 200 lux
Exigencias Visuales Altas -> 500 lux
Exigencias Visuales Muy Altas -> 1000 lux
Sabiendo esto y siguiendo estas premisas, la normativa establece unos niveles mínimos para trabajos concretos.
Manipulación de Mercancías -> 50 lux
Salas de Máquinas y Calderas, Depósitos y Almacenes -> 100 lux
Industrias Conserveras y Carpinterías Metálicas -> 200 lux
Oficina y Bancos de Taller -> 300 lux
Ebanistería -> de 500 a 1.000 lux
Joyería, Relojería e Imprenta -> 1.000 lux
Condiciones para la adecuada iluminación en un centro de trabajo
Además de los mínimos en iluminación, hay que tener en cuenta una serie de condiciones para asegurar la correcta iluminación en un centro de trabajo.
Por ejemplo, hay que procurar que no haya grandes contrastes de luminancia entre puesto de trabajo y su entorno, con el fin de evitar variaciones bruscas. Los deslumbramientos son otros de los aspectos a evitar, promoviendo el uso de protección en caso de que fuera necesario.
Como puedes ver, las condiciones para la correcta iluminación de un centro de trabajo están más que claras. Aplicándolas conseguirás un plus de seguridad y de productividad para tus empleados.
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